Inicia un nuevo periodo en la historia norteamericana luego de que durante la jornada de media semana, el demócrata, Joe Biden, jurara como el alto mando estadounidense, convirtiéndose así el 46avo presidente en la historia del país de las barras y las estrellas. Dicha administración, la cual toma lugar tras el polémico periodo presidencial del expresidente, Donald Trump, promete trabajar y enfocarse en restaurar unidad al pueblo americano.
Económicamente hablando, este nuevo periodo presidencial, el cual es acompañado por un gobierno unido, donde tanto la cámara de representantes como de senadores son controladas por los demócratas, promete fuertes gastos fiscales para poder restablecer el perfil económico de crecimiento.
Ante la transición de poderes sin inconveniente alguno, donde previamente se encontraba abierta la posibilidad de nuevos disturbios sociales, los mercados financieros han dado la bienvenida de manera favorable a la nueva administración. Así, los activos de riesgo, liderados por la renta variable estadounidense, se hicieron camino a nuevos máximos históricos durante la jornada de media semana.
En cuanto al S&P 500, este registró un avance superior al uno por ciento para ubicarse en un nuevo máximo histórico en los 3,850 puntos.
Adicionalmente, noticias favorables en el frente de la temporada de reportes corporativos en EE. UU. apoyaron el sentimiento de toma de riesgos. Para esta jornada, la gran mayoría de las compañías abatió a sus expectativas de beneficios, donde resaltaron los resultados de gigantes corporativos como Morgan Stanley, Proctor & Gamble y Unitedhealth Group.
Sectorialmente, el ámbito tecnológico se ubicó como una de las áreas más beneficiadas ante el positivismo de mercado.
Con relación a los primeros pasos de la nueva administración demócrata, el presidente Joe Biden no ha perdido tiempo alguno y ha presentado ya una amplia cantidad de órdenes ejecutivas.
Dentro de las más destacadas se encuentran:
Ante un escenario tipo “goldilocks”, donde de momento todos los factores se encuentran apoyando de momento la toma de riesgo, con fuertes apoyos provenientes del frente fiscal, junto con un marco de política monetaria bastante favorable, donde de momento no se espera que las condiciones financieras sean endurecidas en lo más mínimo, los activos de riesgo parecieran tener camino libre al alza.
Personalmente establezco ahora mi punto de enfoque en cómo reacciona la volatilidad (VIX), a niveles de soporte clave.
Como podemos observar en el gráfico diario del VIX, el índice del miedo se encuentra aproximándose a una zona de soporte clave donde previamente se han activado brotes de volatilidad. Tomando en consideración la relación inversa entre el VIX y el S&P 500, por ende, este va a ser un punto para tener en consideración.
Vale la pena mencionar que esto no es una llamada a una fuerte corrección en el S&P 500, sino a un nivel en donde se debería manejar cierta precaución previo a que obtengamos una mayor claridad.
En caso de que esta zona de confluencia sea invalidada a la baja (línea verde y amarilla), dinámica la cual es sugerida por el perfil macro actual, esto dará paso libre a una continuidad alcista en el S&P 500. En caso de que este nivel sea invalidado a la baja, esto indicaría que el índice del miedo se dirige hacia el umbral de 12 puntos. Nivel el cual fungió como área clave de soporte durante el 2019 (línea horizontal negra).
En cuanto al S&P 500, este parece haber encontrado soporte bajo un efecto de polaridad (óvalo azul) en la previa resistencia dictaminada por el canal ascendente (líneas azules).
Bajo esta perspectiva técnica, por ende, el enfoque se restablece en el retroceso de Fibonacci de 161.80% de la operativa bajista del 2020 (óvalo amarillo).
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