El mercado bursátil estadounidense ha vuelto a presionar el lado alcista y su principal representación, el S&P 500, coquetea con récords históricos. De esta manera, y montando una recuperación asombrosa, el S&P 500 acumula avances superiores al 50% desde sus mínimos registrados tras el caos financiero desatado por el novedoso coronavirus.
Detrás de este positivismo, dos factores resaltan como los principales pilares de apoyo. En primera instancia tenemos las políticas monetarias laxas a lo largo del globo. A este factor le han seguido inyecciones billonarias a través de apoyos fiscales a las economías globales.
Medidas fiscales G20 (% PIB)
Fuente: FMI
Si tomamos en consideración el más reciente reporte proporcionado por el Fondo Internacional Monetario, podemos observar que, a lo largo del G20, 9 billones de dólares han sido inyectados a las principales economías del mundo.
Por el lado monetario, el costo del dinero prácticamente ha regresado a niveles sin costo alguno, donde las tasas de interés por parte de los principales bancos centrales se encuentran posicionadas en torno al umbral de 0%.
Tasas de interés principales bancos centrales
Habiendo mencionado esto, con los mercados ya habiendo descontado ambos factores en sus valuaciones, y donde de momento no se esperan cambios significativos a ninguno de estos dos pilares, el enfoque por parte de los inversores ahora parece estarse estableciendo en otra área de relevancia, los rendimientos de la renta fija.
Después de todo, como sabemos, el rendimiento ofrecido por estos instrumentos de mayor seguridad tiende a repercutir en que tan atractivo resulta invertir en el mercado accionario.
Si bien el rendimiento del bono estadounidense a 10 años incrementó recientemente, donde pasó rápidamente de 0.50% a casi 0.75%, este parece haber encontrado resistencia recientemente en una tendencia bajista marcada a partir del shock del Coronavirus (línea roja).
Rendimiento bono estadounidense a 10 años
Fuente: TradingView
En este caso, de mantenerse los rendimientos mitigados en torno a mínimos históricos, por consiguiente, esto debería continuar apoyando la dinámica alcista de la renta variable.
Gráfico semanal S&P 500:
Técnicamente hablando, el S&P 500 se encuentra posicionado para registrar nuevos máximos históricos. No obstante, y lamentablemente, su postura se está desarrollando bajo una configuración técnica la cual resulta ser una de las más difíciles de operar, un triángulo de expansión. Este viene siendo el caso dado que las líneas que limitan esta configuración continúan expandiéndose, y esto genera que sea más complicado el establecimiento de niveles objetivo y de invalidación.
Con esto en mente, no obstante, y con amplia atención en el rendimiento del tenor de 10 años, todo parece indicar que en Norteamérica la renta variable se encuentra posicionada para un nuevo récord en torno a los 3,500 puntos.
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