Los mercados bursátiles norteamericanos han logrado recuperar el semblante alcista luego de haber sido sacudidos por las complicaciones en el capitolio estadounidense. En su lugar, los inversores han retornado el enfoque hacia los prospectos de un control de gobierno demócrata.
En el frente de divisas, luego de que el caos social acentuara la narrativa negativa que había prevalecido durante el arranque del año, el dólar ha registrado su mejor jornada en dos semanas.
Sin precedentes podría ser categorizado lo que se vivió el día de ayer en suelo norteamericano. En lo que ha sido categorizado como un ataque a la democracia estadounidense, grupos sociales a favor del actual presidente, Donald Trump, irrumpieron en el capitolio estadounidense con la finalidad de impedir la ratificación de los resultados de las pasadas elecciones de diciembre.
El día de ayer presentamos una perspectiva a grandes rasgos sobre cómo estos factores se encontraban afectando al frente bursátil. En esta ocasión, ahondaremos en cómo estas dinámicas están afectando a la divisa de mayor importancia a nivel global, el dólar estadounidense.
En primera instancia, una nación con problemas políticos es inestable, y si la gobernabilidad del país es complicada, esto terminará eventualmente teniendo repercusiones económicas desfavorables. Después de todo, en donde no hay una clara estructura de gobierno, las instituciones tienden a ver más complicado su desarrollo, volviendo así el proceso necesario para el crecimiento económico más difícil.
Aterrizando de manera simplista esto al caso del USD, las crisis políticas vuelven menos atractiva a una divisa. Esto no es exclusivo al USD y es algo que las divisas de otros países han vivido en momentos de inestabilidad política.
Por traer a consideración un claro ejemplo, cuando Hong Kong entró una crisis política social a nivel nacional durante el 2019, esto tuvo sus efectos negativos en el HKD. Otro ejemplo es la libra esterlina luego de que el Reino Unido decidiera abandonar la Unión Europea. Si bien en este último escenario la dinámica social fue en términos generales diferente, donde la violencia no fue la principal vertiente, al embarcarse Londres en un proceso de quebrantar sus lazos económicos y políticos, esto trajo consigo incertidumbre, y como mencionamos anteriormente, esto volvió menos atractiva a la divisa británica.
Regresando al caso norteamericano, si bien lo vivido el día de ayer será algo que quedará marcado en los libros de historia, esto parece no estar teniendo efectos mayores, ya que, aparentemente, no impedirá la transición política esperada durante el 20 de enero. Tras el terrible suceso de ayer, Donald Trump, al cual muchos señalan como el culpable de los perjuicios e inestabilidad causada, prometió una transición pacífica de poderes. De manera adicional, gigantes tecnológicos como Facebook y Twitter, procedieron a vetar a Trump de sus redes sociales, tratando así de impedir que sus comentarios inciten una nueva congregación de las masas con fines de caos social.
Por ende, si bien la crisis política marcó la pauta en el USD el día de ayer, esto parece ser un efecto cortoplacista que no tendrá efecto a más largo plazo y el enfoque debería ahora plasmarse en los elementos que continuarán afectando al USD a mayor amplitud.
En este caso, el principal punto de referencia será el control total de gobierno por parte de los demócratas. Más en específico el cómo se desarrollará la política fiscal con una estructura de gobierno de “Ola azul”.
Aquí, la expectativa yace en que se incrementará el gasto público y los apoyos fiscales. Obviamente, esto vendrá con el costo de una mayor emisión de deuda y, como sabemos, los incrementos de déficits tienden a afectar el valor de una divisa.
Como conclusión, la crisis política en EE. UU. parece ser un factor negativo de corto plazo, mientras que la estructura de gobierno será un factor el cual muy probablemente continuará pesando en el valor del dólar estadounidense.
Desde el punto de vista técnico, el USD ha registrado una vela envolvente alcista. Tomando además en consideración que la acción de precios reciente había estado operando a la baja con una divergencia negativa con el RSI (líneas punteadas verdes), por ende, la perspectiva yace en que el dólar podría extender los movimientos alcistas.
En este escenario, el punto inicial de enfoque se ubica en el retroceso de Fibonacci de 23.60 de la última oleada bajista comenzada a partir del mes de noviembre (óvalo rojo).
Si bien la perspectiva a corto plazo se ubica al alza, a mayor amplitud, no obstante, y dado que todavía no se ha generado contacto por completo con el soporte establecido por los mínimos del 2018 (área roja), las presiones bajistas podrían reactivarse.
En el escenario de mayor amplitud de que se quebrante el soporte establecido por los mínimos del 2018, el siguiente nivel de soporte lo estableceremos en los máximos del 2012 – 2013 (área azul). Personalmente considero que este muy probablemente será el camino a seguir en caso de que se incremente considerablemente el déficit en EE.UU.
Comenzar es fácil y rápido – incluso con un depósito pequeño. Aplique en minutos con nuestro simple proceso de solicitud.
Pepperstone no representa que el material proporcionado aquí sea exacto, actual o completo y por lo tanto no debe ser considerado como tal. La información aquí proporcionada, ya sea por un tercero o no, no debe interpretarse como una recomendación, una oferta de compra o venta, la solicitud de una oferta de compra o venta de cualquier valor, producto o instrumento financiero o la recomendación de participar en una estrategia de trading en particular. Recomendamos que todos los lectores de este contenido se informen de forma independiente. La reproducción o redistribución de esta información no está permitida sin la aprobación de Pepperstone.