
Durante la última semana, los principales índices bursátiles de Estados Unidos registraron correcciones. El S&P 500 retrocedió tanto en la variación diaria como semanal, acumulando un desempeño más moderado en el mes, aunque mantiene un balance positivo en lo que va del año. El Nasdaq mostró una corrección más profunda, reflejando su mayor sensibilidad a los movimientos recientes en el sector tecnológico, mientras que el Dow Jones exhibió un comportamiento relativamente más defensivo.
En Europa, el Eurostoxx 600 se mantuvo prácticamente estable en términos semanales, con Alemania mostrando avances moderados en el corto plazo. En Asia, Japón destacó con ganancias tanto en la semana como en el acumulado del año, reflejando un mejor tono relativo frente a otros mercados desarrollados.
En Latinoamérica, el desempeño fue mixto pero con un balance anual sólido. Brasil, México y Chile continúan mostrando retornos positivos significativos en lo que va de 2025, a pesar de la mayor volatilidad observada en los mercados globales hacia el cierre del año.
El mercado de materias primas mostró movimientos divergentes. El petróleo, tanto en su referencia WTI como Brent, volvió a registrar caídas semanales y mantiene pérdidas relevantes en el acumulado del año. Este comportamiento refleja un entorno de expectativas de demanda más moderadas y un mercado que sigue sensible a los riesgos macroeconómicos globales.
En contraste, los metales presentan una dinámica más constructiva. El cobre continúa operando cerca de máximos recientes, respaldado por una tendencia alcista de mediano plazo y fundamentos asociados a la demanda estructural. El oro, por su parte, se consolida como uno de los activos con mejor desempeño del año, con retornos acumulados significativamente positivos, apoyado por su rol defensivo y un dólar más débil.
En el mercado de divisas, el dólar estadounidense mantiene una tendencia negativa en términos acumulados del año, lo que ha favorecido a varias monedas desarrolladas y emergentes. El euro continúa apreciándose frente al dólar en el balance anual, mientras que el yen japonés muestra movimientos más acotados en el corto plazo.
En Latinoamérica, el peso chileno se mantiene firme, acumulando avances en el año y respetando niveles técnicos relevantes. El real brasileño y el peso mexicano también muestran un desempeño positivo en el acumulado de 2025, reflejando un mayor apetito por activos emergentes en determinados tramos del año.
El mercado de renta fija reflejó movimientos mixtos en las tasas soberanas. En Estados Unidos, los rendimientos de los bonos a 2, 5 y 10 años mostraron variaciones acotadas en la semana, aunque mantienen una caída relevante en el acumulado del año, en línea con el ajuste de expectativas en torno a la política monetaria.
En Europa, los rendimientos del Bund alemán y de los bonos soberanos de España e Italia registraron incrementos en el corto plazo, con un desempeño anual que refleja un entorno de mayor normalización monetaria en la región.
Los indicadores de volatilidad registraron un aumento significativo durante la semana. El VIX mostró un fuerte repunte en el corto plazo, reflejando un mayor grado de cautela por parte de los inversionistas en renta variable estadounidense. En paralelo, los indicadores de volatilidad en renta fija y criptomonedas se mantienen contenidos en términos anuales, pese a los movimientos recientes.
La atención del mercado estará puesta en una agenda cargada de datos macroeconómicos. En Estados Unidos, destacan indicadores de actividad, confianza y mercado laboral, incluyendo cifras de PIB, producción industrial y confianza del consumidor.
En Latinoamérica, se publicarán datos relevantes como el indicador de actividad económica en México, cifras de inflación en Brasil y el IPP en Chile, además de las minutas de política monetaria en Colombia. Si bien se trata de una semana con menor actividad bursátil por las festividades, estos datos podrían generar movimientos puntuales en los mercados locales.
Desde el punto de vista técnico, Bitcoin continúa respetando el soporte en torno a los 85.000, nivel que ha funcionado como referencia clave tras la corrección reciente. El precio se mantiene en una fase de consolidación, con la estructura técnica todavía válida mientras no se pierda dicho soporte. La dinámica actual sugiere un mercado a la espera de un catalizador que defina el próximo movimiento direccional, en un contexto de volatilidad contenida en términos relativos.



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