La tensión continúa en los mercados y comienzan a circular análisis sobre la posible contracción del PIB mundial y de los países que, ya en riesgo de recesión, podrían entrar en ella. Los precios de las acciones siguen bajando y, como hemos visto juntos, el hecho de que el USDJPY esté bajando muestra una confirmación de esta fase de aversión al riesgo. Los índices americanos muestran descensos de alrededor del 10% y el sentimiento general no está mejorando por el momento. En nuestra opinión, la obtención de beneficios era necesaria, pero los flujos de capital tenían y siguen teniendo que buscar rentabilidad, la cual, como hemos dicho una y otra vez, es actualmente difícil de encontrar en la renta fija. El temor de que los índices bursátiles pudieran seguir subiendo por este motivo, llevó inicialmente a los inversores a protegerse de una posible caída de los mercados bursátiles yendo a comprar oro, y luego, cuando comenzó el movimiento, empezar a cerrar posiciones largas en los mercados bursátiles abriendo posiciones cortas para aprovechar el momento, siguiendo las dos ideas siguientes. La primera se refería a la posibilidad de volver a comprar a mejores precios, una vez terminada la fase de aversión al riesgo, la segunda se relacionaba con el hecho de que, sin embargo, esta liquidez se trasladaba de las bolsas a otros activos (en este momento la liquidez, especialmente en yenes y dólares de los Estados Unidos, la primera es una moneda refugio, la segunda ofrece retornos positivos, sin embargo, para estar preparados para tomar posiciones rápidas aún en las listas, si fuera necesario).
El WTI continúa su fase descendente y ha alcanzado un área de 48 dólares por barril, a sólo un respiro del objetivo técnico que estudiamos en 47,70. Hay que prestar mucha atención al mantenimiento o no de este nivel, ya que, en largos períodos de tiempo, hemos roto importantes puntos mínimos que, si se supera el nivel anterior, podrían abrir el camino a la zona 46,70, si continúa la aversión al riesgo.
Si observamos lo que está sucediendo en el frente de la bolsa de valores y los temores de una desaceleración global, la divisa está manteniendo un nivel de volatilidad bastante bajo. Las divisas de los productos básicos siguen bajo presión, con el australiano arrastrando al neozelandés con él, mientras que el canadiense continúa su descenso debido a las correlaciones con el petróleo. El euro y la libra esterlina se mantienen sustancialmente bien y el yen y el franco suizo siguen mostrando leves flujos de compra. La liquidez es muy buena y esto ciertamente ayuda a contener la volatilidad, pero somos cuidadosos con los posibles aumentos de la aversión al riesgo. En caso de que se produzcan, creemos que puede haber algunas decorrelaciones entre el USDJPY y el UASCHF con respecto a los otros dólares americanos, con los dos primeros vendidos mientras que con los otros billetes verdes comprados ya que necesitamos encontrar alguna remuneración de la liquidez aparcada una vez que salga de las bolsas.
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