Las presiones registradas durante la última sesión se deben principalmente al retorno de la incertidumbre comercial, motivada por recientes decisiones legales relacionadas con las políticas arancelarias de la administración Trump. Aunque a mitad de semana la Corte de Comercio Internacional de Estados Unidos dictaminó en contra de los amplios aranceles impuestos bajo la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), una orden federal posterior permitió temporalmente restituir estas medidas comerciales mientras procede una apelación. Esta reinstauración, sumada a las acusaciones del expresidente Trump respecto a que China habría "violado totalmente" el acuerdo comercial con EE. UU., ha reavivado preocupaciones en los mercados financieros.
Este retorno de las tensiones comerciales coincide además con datos económicos mixtos en EE. UU., particularmente relacionados con el gasto del consumidor durante abril. Este indicador registró una desaceleración significativa al crecer solo un 0.2%, frente al 0.7% observado en marzo, lo cual revela cautela entre los consumidores debido a la anticipación de mayores costos por incrementos arancelarios. En concreto, el gasto en bienes cayó un 0.1%, afectado por menor demanda en bienes duraderos como vehículos, ropa y artículos recreativos, mientras que el gasto en servicios mantuvo un crecimiento moderado.
Aunque la jornada del viernes cierra en negativo, la renta variable estadounidense concluye el mes de mayo con sólidas ganancias. El índice S&P 500 ha acumulado un alza mensual del 6%, mientras que el Nasdaq ha subido un notable 10%. Estos resultados positivos en mayo han estado parcialmente impulsados por expectativas optimistas tras el reciente acuerdo comercial alcanzado entre Estados Unidos y el Reino Unido a principios de mes.
Sin embargo, la incertidumbre comercial se mantiene como una sombra que podría limitar significativamente el apetito por riesgo en el corto plazo, dejando al mercado vulnerable ante nuevas noticias y desarrollos.
Desde un punto de vista técnico, esta operativa, al mostrar limitados avances, mantiene viva la incertidumbre sobre si pudiese estar configurándose un máximo a menor nivel. Por ello, la cautela debería predominar en el sentimiento de los operadores, quienes deberían estar atentos a confirmaciones más claras antes de adoptar posturas agresivas.
Así, la renta variable estadounidense concluye esta semana operacional con cautela y expectante frente a las dinámicas comerciales internacionales y sus implicaciones para la economía estadounidense.
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