La narrativa del mercado siguió girando en torno al mismo tema de la semana pasada: una Fed que, con casi certeza, recortará sus tasas de interés en su reunión de la próxima semana. Sin embargo, dicho optimismo no está exento de riesgos, con la posibilidad de un clásico “sell the news” si el recorte llega sin una clara convergencia inflacionaria en las próximas cifras de IPC/IPP o sin un sesgo expansivo convincente por parte de la Fed. En este contexto, la publicación de los datos de inflación de esta semana será clave para definir si las menores tasas de interés siguen impulsando los múltiplos de la renta variable o, por el contrario, gatillan una corrección táctica.
Los tipos de interés de los bonos del Tesoro estadounidense reflejaron esa narrativa durante la jornada de ayer, extendiendo las caídas observadas la semana pasada a medida que el mercado ha ido internalizando mayores probabilidades de recortes sucesivos por parte de la Fed hacia fin de año. En paralelo, la demanda global por el dólar se fue moderando en línea con esta expectativa. Así, como se ha señalado en varias oportunidades, si el IPC en EE.UU. apoya la expectativa de mayores recortes, el camino de menor resistencia seguirá siendo caídas en la parte corta de la curva y, en consecuencia, un dólar más débil de cara a la decisión de la Fed. Por el contrario, si la inflación muestra mayor persistencia, veríamos un repunte del DXY y presiones alcistas en los tipos de interés.
En materias primas, los movimientos respondieron a distintos factores. El oro marcó un récord intradía, apoyado en el menor costo de oportunidad de los activos sin rendimiento y en la debilidad del dólar. Ese impulso parece sostenible mientras la probabilidad de recortes se mantenga alta, junto con la demanda de bancos centrales, aunque tácticamente es vulnerable a cualquier sorpresa inflacionaria que erosione la posibilidad de un recorte o presione al alza las tasas reales. El petróleo, en tanto, se sostuvo incluso después de que la OPEP+ confirmara un aumento de producción desde octubre, aunque la guía entregada en el foro APPEC sonó bajista para fin de año, con riesgo de sobreoferta.
En Latinoamérica, los factores locales jugaron un papel clave en los movimientos de precios. Argentina dominó las noticias regionales tras la dura derrota del partido de Javier Milei en la provincia de Buenos Aires, que golpeó la confianza y se trasladó a acciones y FX. El shock político deja a los activos argentinos sujetos a titulares en el corto plazo y complica la trayectoria de reformas que los inversionistas habían internalizado, elevando la prima de riesgo. Chile sintió el temblor: el IPSA retrocedió desde máximos históricos por la presión sobre compañías expuestas a Argentina, mientras que el sector retail enfrentó viento en contra por la importancia del turismo argentino en el último año. El peso también se debilitó, con datos domésticos que añadieron matices: el IPC de agosto se mantuvo plano (0,0% m/m) y, pese a esa lectura benigna, se espera que el Banco Central mantenga la tasa sin cambios en la reunión de hoy.
Más al norte, México centró la atención en la óptica fiscal y monetaria más que en el precio de los activos. La discusión sobre el presupuesto 2026 se alineó con expectativas de disciplina fiscal, un déficit acotado y supuestos de menores tasas de política el próximo año. Este telón debería sostener la curva local de duración si Banxico sigue recortando de manera gradual. En Colombia, la caída del dólar por debajo de la línea psicológica de COP 4.000 al inicio de la jornada se extendió tras la ruptura de la semana pasada, en línea con la debilidad global del dólar. Salvo una sorpresa en el IPC de EE.UU., esa tendencia local probablemente se mantenga en el corto plazo.
En síntesis, la sesión se movió más por la expectativa de recortes de la Fed que por un evento puntual. Si el IPC y el IPP en EE.UU. validan la desinflación, el régimen actual —dólar más débil, yields más bajos, oro firme y apetito por riesgo— puede extenderse hasta la reunión de la próxima semana. Si la inflación sorprende al alza o el discurso de la Fed resulta menos expansivo, habrá que prepararse para mayor volatilidad, condiciones financieras más estrechas y un dólar más firme, lo que pondría presión sobre las monedas emergentes y los sectores más cíclicos. En LatAm, la política argentina se convierte ahora en fuente de volatilidad regional, mientras que la decisión del Banco Central de Chile hoy será clave para evaluar el sesgo de la autoridad monetaria.
Aunque la Reunión de la Fed de la próxima semana sin duda será el evento más relevante durante septiembre, en lo más inmediato las cifras de inflación en EE.UU hacia finales de esta semana serán de los catalizadores más importantes para los mercados. De igual forma el Banco Central Europeo (BCE) se reunirá el jueves donde la expectativa es de una mantención de las tasas de política monetaria. Asimismo, como se mencionó el Banco Central de Chile celebrará su reunión de política monetaria de septiembre el día de hoy, con el mercado esperando una mantención de la TPM en 4,75%. De todos modos, la autoridad dejaría abierta la puerta para seguir recortando el tipo rector de al menos 25pb adicionales durante el ultimo trimestre del año.
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