Como ha sido la tónica de los últimos días, los mercados globales siguen respirando al ritmo de las expectativas en torno a la inflación en EE.UU. y al inminente giro de la Reserva Federal. La narrativa ya no se centra en si habrá recorte de tasas, sino en cuán agresivo será. La debilidad del mercado laboral estadounidense volvió a hacerse evidente: a los pobres datos de nóminas no agrícolas de la semana pasada se sumó ahora la revisión anual del BLS, que recortó en 911.000 empleos las cifras originalmente reportadas. Un golpe a la confianza y, al mismo tiempo, un catalizador para los mercados, que descuentan con mayor convicción una Fed más expansiva.
En este escenario, la renta variable internacional mantiene su impulso. El S&P 500 sigue alcanzando máximos históricos, impulsado por los gigantes tecnológicos. La expectativa de tasas más bajas continúa elevando los múltiplos de las acciones más “growth”, con Alphabet (Google) y Meta liderando las alzas de la jornada.
La renta fija, en tanto, mostró una dinámica más volátil. Tras cuatro días de retrocesos, las tasas de los bonos repuntaron, reflejando la cautela de los inversionistas a la espera de los próximos datos de IPP e IPC. El repunte en las expectativas inflacionarias también jugó su rol, alimentado por la reciente subida del petróleo. De hecho, el crudo repuntó tras intensificarse las tensiones en Medio Oriente luego de ataques de Israel a Catar, reavivando el fantasma de interrupciones en la oferta.
La aversión al riesgo encontró un contrapeso en el oro, que volvió a brillar. El metal precioso se mantiene cerca de máximos históricos, apoyado tanto por la debilidad del dólar como por el contexto geopolítico.
En América Latina, las monedas aprovecharon el viento a favor. El peso colombiano lideró las apreciaciones, alcanzando mínimos de más de un año gracias al repunte del petróleo. En paralelo, el peso chileno también se fortaleció de la mano del cobre.
El contraste vino desde la renta variable chilena: el IPSA sufrió un nuevo retroceso y cerró por debajo de los 9.000 puntos. El castigo a SQM-B arrastró al índice completo, luego de que sus acciones cayeran más de 7% tras el anuncio de la reanudación de operaciones en una mina clave de la china CATL, que había estado paralizada en agosto.
En cuanto a la reunión de política monetaria, el Banco Central de Chile decidió mantener inalterada su tasa de política monetaria en 4,75%, en línea con las expectativas del mercado. La decisión fue adoptada de manera unánime. La autoridad señaló que, pese a que persisten distintos focos de incertidumbre, el escenario externo ha evolucionado de acuerdo a lo esperado. Así, las proyecciones de crecimiento para los principales socios comerciales de Chile no muestran grandes variaciones, en un contexto en el que la expectativa de mayores recortes de la Fed se ha ido consolidando, generando caídas en las tasas internacionales y una recuperación de las principales bolsas a nivel global.
En cuanto a la actividad local, el organismo recalcó que esta ha evolucionado en línea con lo proyectado en el IPoM de junio, lo que confirma el carácter transitorio de los factores que impulsaron el crecimiento a comienzos de año. No obstante, lo que llamó la atención fue el tono de mayor cautela, ya que el ente emisor plantea un escenario en el que la inflación subyacente sería algo mayor a lo previsto en junio, en un contexto donde también ha mostrado mayor persistencia. De esta forma, el cambio de tono respecto al comunicado anterior es claro, inclinándose hacia un sesgo más neutral: se enfatiza la necesidad de acumular más información sobre la inflación subyacente y se elimina la referencia a que la TPM seguiría reduciéndose en adelante. Toda la atención se centra ahora en la publicación del IPoM de septiembre durante la jornada de hoy.
Los inversionistas estarán atentos a la publicación de las cifras del índice de precios al productor en EE.UU durante esta mañana mientras que el jueves se conocerán los datos de IPC. En su conjunto, dichos indicadores serán determinantes para las expectativas del mercado en torno a la próxima reunión de la Fed, donde los inversionistas ya descuentan al menos un recorte de 25pb por parte de la autoridad. En el frente local el foco estará en el IPoM de septiembre, donde se entregará mayor información respecto al escenario base del Banco Central luego de que este ultimo adoptara un tono más cauteloso respecto al manejo de la política monetaria en su reunión de ayer.
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