El contexto económico internacional sigue siendo crucial en la depreciación del peso. La reciente revisión de las cifras del Bureau of Labor Statistics en Estados Unidos mostró un enfriamiento del mercado laboral más acelerado de lo previsto. Esta revisión reveló que, para el período finalizado en marzo de 2024, se añadieron 818,000 empleos menos de lo inicialmente reportado, lo que representa una media de 68,000 empleos menos por mes. Este dato, junto con el informe de julio que mostró la creación de solo 114,000 empleos, muy por debajo de los 175,000 esperados, subraya la debilidad del mercado laboral estadounidense.
Es importante destacar la estrecha relación económica entre México y Estados Unidos, lo que hace que cualquier signo de debilidad en la economía estadounidense tenga un impacto directo en la mexicana. Con más del 80% de las exportaciones mexicanas dirigidas al norte, una desaceleración en el mercado laboral o en la actividad económica de Estados Unidos puede traducirse rápidamente en una reducción de la demanda de productos mexicanos, afectando sectores clave como el manufacturero y el automotriz. Como bien dice el dicho, cuando Estados Unidos estornuda, a México le da un resfriado; una metáfora que ilustra la vulnerabilidad de la economía mexicana ante los vaivenes económicos de su principal socio comercial.
En el ámbito interno, la economía mexicana ha estado enfrentando sus propios desafíos. Los datos económicos recientes han sido menos favorables de lo esperado, como se observó en la caída interanual del 3.9% en las ventas minoristas durante junio de 2024, la mayor desde diciembre de 2020. Además, la confianza del consumidor recientemente mostró señales de disminución, situándose en 46.9 puntos en julio, marcando la segunda caída del año y reflejando una contracción en los cinco componentes principales del índice.
Mañana se espera la publicación de los datos finales del crecimiento económico en México, donde se anticipa una confirmación de un crecimiento del 2.2% en 2024, reafirmando así una menor actividad económica en comparación con los años anteriores. Este dato subraya la desaceleración de la economía mexicana, la cual también ha sido un factor clave en la depreciación del peso.
La incertidumbre política en México también ha jugado un papel determinante en la actual debilidad de la moneda. Recientemente, la atención se ha centrado en la posible reforma judicial impulsada por la administración actual, que ha generado preocupación entre los inversores y ha contribuido a la volatilidad del mercado. La propuesta de elegir a los jueces de la Suprema Corte de Justicia por voto popular y la creación de un organismo independiente para vigilar la integridad del poder judicial han sido temas controvertidos que han añadido presión sobre el peso.
La situación política en Estados Unidos también es un factor de riesgo para la moneda mexicana. Aunque las posibilidades de un regreso de Donald Trump se han visto mitigadas, el potencial de su regreso no se ha descartado completamente. Este escenario adverso, previamente identificado como un riesgo significativo para el peso, sigue siendo un factor de incertidumbre.
El USD/MXN continúa mostrando una estructura positiva, confirmando su fortaleza al romper el nivel de retroceso de Fibonacci del 23.60%, ubicado en 18.5 pesos por dólar, calculado desde los máximos de 2020. Este nivel, que actuó como un soporte clave bajo la teoría de polaridad, ha proporcionado una base sólida para el reciente repunte observado en el par.
Tras encontrar soporte en 18.5, el USD/MXN ha reanudado su trayectoria alcista, acercándose rápidamente a los siguientes niveles de resistencia clave. El primero se encuentra en 19.5 pesos por dólar. Más arriba, el retroceso de Fibonacci del 38.20%, que se sitúa cerca del nivel psicológico de 20 pesos por dólar, ofrece una barrera adicional de gran importancia. Este nivel ya demostró ser una resistencia significativa tras el caos generado por los datos del Non-Farm Payrolls (NFP) de julio y el desmantelamiento de las posiciones de carry trade en yenes japoneses (JPY). Cabe destacar que el nivel de 20 pesos por dólar es crucial, dado que durante 2021 y 2022 fue un importante soporte.
El comportamiento del USD/MXN en los próximos días será clave para determinar si el par puede mantener su impulso positivo y superar estas resistencias, lo que podría abrir la puerta a nuevas alzas en el mediano plazo.
En este entorno de incertidumbre y volatilidad, tanto en el frente interno como externo, el peso mexicano seguirá enfrentando desafíos significativos, donde el principal camino de menor resistencia se mantiene al alza.
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